lunes, 12 de agosto de 2013

Capítulo 3: Veintitrés. Parte 2.





Cuando por fin pude cerrar la boca después de escuchar su relato… Negué varias veces y a continuación, me eché a reír. Tan inoportuna e idiota como siempre. No podía parar y él me miraba como si le estuviera doliendo mi reacción. Me tapé la boca y me contuve.

Mi especialidad en este tipo de situaciones, estropearlas más si cabe.

                -Dios mío… Lo siento. Es terrible y no puedo imaginar por lo que estás pasando, pero es que…-Intenté disculparme, pero las carcajadas me jugaron una mala pasada. Otra vez. 

James frunció el ceño y, para mi sorpresa, comenzó a reírse también… Pero, ¿Y por qué no íbamos a hacerlo? Ya teníamos suficiente y durante un pequeño instante, me olvidé de la asquerosa situación que nos aplastaba.