miércoles, 29 de enero de 2014

Capítulo 11: Batman es el nuevo Superman.





Pasaron algunos días hasta que volví a encontrarme a Jim. Sí, fue muy difícil tener que evitarlo constantemente… Vivíamos bajo el mismo techo y su habitación estaba a unos metros de la mía. Por suerte, gracias a haber pasado tantos días en cama, había desarrollado una nueva capacidad, sobrenatural -que conociéndome era alucinante-, la paciencia. Gracias a ella, sabía en qué momento salía de casa, se duchaba, comía, se lavaba los dientes… Bueno, tal vez suene a enfermiza obsesión, aunque ¿Qué podía hacer? No dejaba de ver esa desagradable escena cada vez que mi mente se desocupaba un minuto. 

Ya sabía que no podía durar siempre, no puedes evitar a una persona tanto tiempo. Aún así, me pilló desprevenida.

Ese fatídico día estaba nublado y yo estaba muy cansada. Había tenido pesadillas, una larga conversación con Jerry y además, una llamada edulcorada de mi profesora de arte. Todo eso me hizo olvidarme de la operación “Evita a Superman y todo irá bien”, el tiempo suficiente para que el hambre me obligara a bajar desesperada a la cocina, en busca de algo que llevarme a la boca.

En condiciones normales, habría pedido algo y me lo habrían subido, ya que todavía no funcionaba muy bien en cuanto a locomoción… Pero era uno de esos días en los que te importa todo una mierda.

Y me apetecía un Sándwich.